

El efecto Kuleshov
En los primeros años del cine ya se dieron cuenta de su potencial en muchas de sus facetas. Una de ellas era el montaje y cómo la elección en el orden de los planos podía influir de forma notable en la interpretación que el espectador podía hacer de un concepto.
Puede parecer algo raro y técnico, pero es muy sencillo:
El cineasta ruso Lev Kuleshov grabó un plano de un actor mirando a cámara con una expresión neutra

A continuación, por montaje, intercaló diferentes planos para que diera la impresión de que estaba observando tres situaciones diferentes.



El resultado fue que, pese a que el rostro siempre era el mismo, el espectador percibía diferentes sensaciones por parte del personaje.

Un efecto que años después Alfred Hitchcock demostraría de una forma mas peculiar.
Este descubrimiento por parte de Kuleshov colocó al montaje como una de las herramientas clave en la realización de una película de tal forma que, hoy día, de sobras es sabido que una película se escribe tres veces: cuando escribes el guion, cuando la ruedas y cuando la montas.

